Cogido por una gran polla y disfrutando de una ducha de esperma, un descanso para cualquier cerdo punk. Frank tiene este descanso cumplido. Cinco machotecillos entregan su mayor fantasía a la manera de las gachas. El esclavo de Uro debe tragar orina de cinco amos pervertidos. Humillado y tratado como subhumano, este cerdo gay y sucio maricón tendrá que tragar todo el pis de todos esos grandes pollas.